El alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, visita a los vendedores de La Villa y les felicita por 30 años de dinamización cultural y económica.
Todos los domingos por la mañana, desde hace ya 30 años, Teguise se transforma y el silencio y la tranquilidad de sus calles da paso al bullicio y al ajetreo de puestos con productos artesanales y de la tierra, entre otros muchos y variopintos artículos.
En marzo de 1985, varios vendedores ambulantes decidieron crear un pequeño mercado en La Villa de Teguise. Hoy, 30 años después, ese mercado es uno de los mayores atractivos de Lanzarote y de Canarias, que se ha convertido en un gran centro comercial al aire libre visitado por miles de turistas y residentes, que cada domingo entre las nueve y las dos de la tarde recorren los casi 500 puestos repartidos por las históricas calles y plazas de la antigua capital de la isla de Lanzarote.
En el que hoy se configura como el mercadillo popular más importante de Canarias, se puede adquirir artesanía de todo tipo, cerámica, cestería, marroquinería, así como productos naturales y típicos, como quesos, vinos y los elaborados a base de cactus y aloe, aunque el Mercadillo de La Villa de Teguise se ha abierto también a venta de obras de muchos artistas locales e internacionales, que muestran sus obras en la calle o en las salas de exposiciones del casco histórico.
«En su 30 aniversario, me gustaría transmitir mi reconocimiento y el de toda la Corporación al papel esencial de cada una de las personas que mantienen vivo cada domingo el Mercadillo y que fomentan el intercambio de conocimientos entre productores locales y la venta de sabor, cultura y tradición entre compradores», ha declarado Oswaldo Betancort.
El alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, ha querido felicitar personalmente a todos los mercaderes que han hecho posible que el Mercadillo de La Villa sea hoy un clásico con denominación de origen, «concebido en principio como una red de puestos que permite compartir nuestros productos con el que nos visita, y proteger así lo que es nuestro, pero que además supone una gran fuente de ingresos para el municipio, para sus comercios y restaurantes, con la dinamización cultural y económica que ello supone».