Se acerca el Carnaval y, especialmente, en Teguise estas fiestas vienen asociadas a la ilusión, a la magia y a una de las tradiciones más antiguas y especiales de Canarias, Los Diabetes.

Desde mi etapa como concejala de Cultura, disfrutaba viendo a mis vecinos y vecinas con ansias para salir a la calle para vivir este espectáculo popular, que ha ido trascendiendo en el tiempo de generación en generación. En la actualidad, sigo manteniendo la misma pasión por esta celebración única en el mundo.
Su origen data en las danzas competitivas, de rituales y festivas de los antiguos mahos, aborígenes de las islas y fieles a la cultura bereber. Desde hace más de 600 años, la población teguiseña se viste de blanco, rojo y negro, con sus singulares máscaras en forma de cabra, y recorre las calles de la localidad al ritmo de las esquilas, realizando bailes y escenificaciones, para que, tanto residentes como visitantes, disfruten y sean partícipes de esta tradición ancestral.
En la antigüedad, este tipo de festejos se celebraban por la recolección de las cosechas y la Fiesta del Corpus. El nombre de Los Diabletes es originario de danzantes lanzaroteños representaban el mal en sus procesiones. Con sus peculiares atuendos y sus singulares bailes, han conseguido adentrarse en los corazones de muchos conejeros y conejeras.
Esta isla podría considerarse como una amalgama de costumbres gracias a nuestra geolocalización. En toda mi carrera profesional siempre ha estado entre mis propósitos reivindicar la idiosincrasia canaria y su arraigo más profundo.
El Gobierno canario galardonó en los Premios Canarias 2024 a los Diabletes de Teguise con la Medalla de Oro. Un reconocimiento de este calibre demuestra el compromiso y la gran representación cultural que ha conseguido, y consigue a día de hoy, atraer a miles de turistas y a nuestros propios ciudadanos y ciudadanas.
Con el paso de los años, se han popularizado y se han transformado en una emblemática figura de la historia canaria. Con su aspecto buscan evocar la imagen de demonios, una mezcla de lo grotesco y lo festivo, que simboliza la protección contra los malos espíritus.
Esto no hubiera sido posible sin el esfuerzo y la dedicación de la Asociación Cultural Los Diabletes por conservar una de las representaciones más relevantes de las fiestas populares en el Archipiélago.
Como alcaldesa de Teguise, es un orgullo para mi que nuestros vecinos y nuestras vecinas tengan presentes a día de hoy esta festividad. Espero que con el paso de los años, las nuevas generaciones puedan seguir difundiendo este tipo de manifestaciones culturales que sólo se encuentran en nuestro municipio.

*Olivia Duque, alcaldesa de Teguise