El alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, invita a toda la población a disfrutar de la misa y procesión de la histórica patrona de la isla de Lanzarote
El alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, invita a toda la población a disfrutar de la misa y procesión de la histórica patrona de la isla de Lanzarote venerada en el municipio de Teguise, que celebrará varias eucaristías en su honor el día de su festividad, mañana viernes, 5 de agosto, en la Ermita de Las Nieves.
La Solemne Eucaristía en honor a Nuestra Señora de Las Nieves, posterior a las misas de las 8 y 10 de la mañana, tendrá lugar a las 12 horas y estará presidida por Hipólito Cabrera González, Vicario General de la Diócesis de Canarias. Asimismo, a las 18 horas, se celebrará una misa por los difuntos que fueron devotos de las Nieves y familiares de los presentes.
Por otro lado, el centro sociocultural de Los Valles acogerá a las 20.00 horas la representación de la obra “Maribel y la extraña familia”, de la mano del grupo de teatro de Esperanza Spínola de Teguise.
La Virgen de las Nieves, historia de adoración y olvido
Nuestra Señora de Las Nieves, la primera advocación nombrada patrona de Lanzarote, ha tenido una larga vida. En cinco siglos ha padecido adoración y olvido, cambios de fecha para su celebración, le han quemado su ermita y reconstruido en distintas ocasiones, muchos padecimientos, por todo ello es la virgen de las catástrofes y calamidades especialmente de la escasez de lluvia, fenómeno antes vital para sus feligreses.
Según los datos extraídos del libro “Nuestra Señora de las Nieves”, de Francisco Hernández Delgado y María Dolores Rodríguez Armas, desde 1676 existe información sobre una ermita que había sido quemada y arrasada 100 años antes por los moros en un ataque pirata. Al parecer, la Virgen exclamó al cielo “por el mal estado de su casa”. Era el año 1676 y Luis Alonso, un vecino que paseaba por allí escucho: “No hay algún cristiano que alce la casa de la Virgen Santísima de Las Nieves”.
Todavía los feligreses tardaron en reconstruir la ermita. Alrededor de 1710 encontramos datos fehacientes de las obras: “se reforzaron paredes y techos, se puso losas de piedra en el piso, doró y esmaltó el nicho y restauro el culto de la sagrada imagen”. En 1725 fue elegida por el Cabildo de Lanzarote “patrona y abogada medianera entre los hombres y Dios María Santísima”, orden que hasta la fecha no se ha revocado por lo que sigue siendo la patrona de la Isla.
Desde sus orígenes, los conejeros acudían a la ermita ante las calamidades de falta de lluvia y otras necesidades, incluso la sacaban de la ermita, no sólo en su novenario, sino ante la adversidad. Lo hacían solicitando permiso al Cabildo. En esos casos la imagen era traída en su sillón hasta la ermita de San José y desde la parroquia salía una solemne procesión con las imágenes de San Rafael, San Isidro, el Santo Cristo y también acudía San Sebastián, San Leandro y otras imágenes.
Con el paso de los años, esta bajada cayó en el olvido y en 1786 se propone realizarla cada cinco años, pero la propuesta no prosperó hasta 1802, año en que se celebró la primera bajada quinquenal con gran solemnidad, con juegos y otras diversiones; incluso sacaron varios cañones del almacén de municiones y se dispararon durante los actos, cañones del castillo de Guanapay. Un nuevo revés en 1811 retrotrae la Bajada. Los médicos piden que no se celebre por las epidemias con el fin de evitar la aglomeración de vecinos.
Cuando se instalaron los vecinos de Los Valles de Santa Catalina que huía de los volcanes de Timafaya fue cuando se retomó la devoción de la virgen de las Nieves, a partir de 1829, aunque con algunos altibajos, se mantiene hasta la fecha.
En 1966 se demolió y se construyó una nueva ermita diseñada por el arquitecto lanzaroteño Enrique Espínola, que sigue albergando a la virgen una talla del siglo XVII.