El Ayuntamiento, que había propuesto también al Restaurante el Risco de Famara, da la enhorabuena al resto de premiados

El Ayuntamiento de Teguise felicita a los artesanos de Teguise por la mención especial otorgada por los Premios Isla de Lanzarote y Distinguidos del Turismo que concede el Cabildo de Lanzarote, y que también ha reconocido en la categoría de personalidades o colectivos de dilatada y/o destacada trayectoria al señor Bernard Gaziello por su contribución a desarrollar y promocionar Costa Teguise como un destino específico para la práctica del windsurf.

El alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, y el responsable de Turismo de Teguise, Antonio Callero, han transmitido su enhorabuena al resto de premiados y también a los candidatos de cada uno de los municipios de Lanzarote que fueron propuestos por los consistorios, en el caso de Teguise, al restaurante el Risco de Famara.

Teguise y sus artesanos ocupan un papel importante en la historia

Las Islas Canarias poseen un folklore que es producto de la interacción de sus variadas y peculiares circunstancias: un pasado prehispánico aborigen, la pertenencia a los patrones culturales europeos impuestos y asimilados tras el proceso de conquista y colonización, la cercanía al continente africano (con una nutrida presencia de población morisca y negra en algunas épocas), las influencias del reflujo migratorio (sobre todo patentes en el ámbito americano).

Lanzarote y la Villa de Teguise no son ajenas a los condicionantes generales que definen el archipiélago Canario, pero presentan singularidades que son propia de su historia, el desarrollo de su economía y su particular forma de asimilación y evolución de determinados elementos folklóricos, siendo el timple el instrumento musical más representativo de Canarias.

Teguise y sus artesanos ocupan un papel importante en la historia de este instrumento. La escuela de artesanía fue creada en Teguise en 1943, por el Jefe del Mando Económico de Canarias, gracias al interés mostrado por don Francisco García Escamez, Capitán General y Jefe de dicho Mando. Al frente de esta escuela estaba el artesano Simón Morales Tavío, uno de los mejores constructores de timples de Canarias. La construcción de timples en Teguise, se mantiene gracias a varios artesanos, que convierten a la vieja Villa, en el mayor centro de artesanía popular en la construcción de nuestro instrumento más representativo. Nombres como Juanele Morales, Lolo Lemes, Marcial Santisteban, Martín Cabrera, garantizan de algún modo la continuidad de que los timples de Teguise, sean unos de los más cotizados de Canarias. Hay que reconocer el papel de estos artesanos en el mantenimiento y difusión de este instrumento y sobre todo la importancia, cultural, turística y popular de su labor.

Pero si el timple ocupa un lugar especial en la artesanía de Teguise, hay otras manifestaciones artesanas que hacen que este municipio cuna y hoy ejemplo del rescate, mantenimiento y proyección de una rica artesanía incluyéndola en su patrimonio inmaterial para convertirla en atractivo turístico. En el Mojón, población de este municipio, se localizaba el mayor centro alfarero de la isla, durante varios siglos, conscientes de la importancia de esta cerámica el Ayuntamiento de Teguise, creó el primer taller de artesanía de la isla, “La Mareta”, que contó con destacados monitores de Tenerife y Lanzarote y de donde salieron numerosos artesanos que en la actualidad ofrecen sus obras a los turistas y residentes en varios mercados de la isla. La Sra. Dorotea, una de las más famosas artesanas de Lanzarote, fabricaba sus labores de cerámica de acuerdo con la técnica heredada por sus antepasados del Mojón.

La elaboración textil con telares tradicionales en Lanzarote era conocido por su valía desde muy antiguo, los siglos XVIII y XIX, fueron los de mayor apogeo. Las lanas y cordobanes eran una aprecia moneda de cambio. En el siglo XIX, se contabilizaban en Teguise 114 telares, ocupando La Villa el mayor número de ellos con 14, seguida del Mojón con 13 y Tahiche con 12. Tao, Mozaga y Soo, se repartían el resto. En las actas municipales de este Ayuntamiento de 1828, aparece un documento con el título de “Noticias sobre Telares” en el que entre otras cosas decía: “Estos telares que tienen sus casas los vecinos que heredaron los hijos de sus padres y abuelos, que en estos telares tejen lienzo que llaman casero para el uso de las personas, cama y mesa, mezclando algodón y valiéndose de lino de afuera por no cogerse aquí ninguno”. Hace ya más de treinta años, que el Ayuntamiento de Teguise, mantiene en su Plan Cultural de cada año, los cursos de calado, bordado, rosetas y sombreros típicos, durante los cuales cientos de jóvenes han seguido las enseñanzas de monitoras en estas materias.

El mundo del windsurfing y el turismo son su forma de vida

Bernard Gaziello llegó a Lanzarote en 1984 de paso hacia Fuertenventura. Las condiciones del viento y su pasión por el windsurfing hicieron que se quedara en Costa Teguise. El mundo del windsurfing y el turismo son su forma de vida. En 1987, organizó en el hotel Teguise Playa, Costa Teguise, el congreso anual de vendedores europeos de la marca deportiva, BIC, con la participación de los mejores windsurfistas del momento, entre ellos, Mike Eskimo, Stephane Etienne, Nicole Boronat y Nathalie Simon. También fue durante el año 1987 cuando participó en la apertura del primer establecimiento con connotaciones deportivas, en Costa Teguise, “LOOPING”, hecho y manejado por “windsurferos”. En este establecimiento abre un alquiler de tablas de windsurfing y taller de reparación de tablas y de velas. Los clientes habituales de este alojamiento eran franceses e ingleses que venían en busca del viento de Costa Teguise y del spot de la playa de Las Cucharas. Entre los clientes de renombre alojados en esa época en el Looping, estuvo Juergen Honsheid, inventor del “Funboard”.

En 1989, ayuda a la compañía «Internacional Windsurfing Spain» (Club Fanatic) a instalarse en Costa Teguise y trabajando juntos durante 2 años. La llegada de Fanatic a Lanzarote, supuso para la zona y la isla un desarrollo serio de esta modalidad deportiva teniendo un papel primordial dando a conocer el spot de Las Cucharas en toda Europa. En 1990, participa con el Club Nathalie Simon , International Windsurfing Spain y la UCCT en la organización de la primera etapa en Lanzarote, Las Cucharas, del campeonato del mundo de Fundboard donde se han batido todos los records de eslalon recorridos en una sola etapa. Ante tal éxito se continuó con este evento.

En 1991, abrió la escuela de windsurf UCPA en Las Cucharas y la primera escuela de surf de Lanzarote. También, organizó en colaboración con el Ayuntamiento de Teguise en la distribución de la playa y el primero canal de salida para las tablas. En paralelo, sigue con la gestión del Looping y con las vacaciones deportivas hasta el 1998. Posteriormente inaugura los Aptos. Océano. Su relación con el mundo del turismo y del deporte hace que entre 1991 y 2007, realice las gestiones oportunas para recibir en la isla unas 2.500 personas cada año para el disfrute del turismo de ocio. En 1993 inaugura el restaurante La Provence hasta el 2009. Presidente de la UCCT desde 2007 hasta el 2011. Presidente de Estación Náutica Norte y cofundador ESD (European Sport Destination).

El restaurante el Risco, entre los candidatos de Teguise

Marco Rodríguez como jefe de sala, Pedro Nolla como sumiller y Juan Perdomo como chef, dirigen y forman parte de un equipo integrado por 11 personas que atienden este restaurante asomado a la misma orilla del mar en la Caleta de Famara. Aunque el local lleva abierto desde 1.986, este gran equipo, lo comienza a regentar en marzo del 2009 y lo convierten en un referente fundamental de la mejor cocina de Canarias, reconocido con el galardón “Mejor Restaurante de Cocina Canaria 2013”, en los premios regionales de restauración “Qué Bueno Canarias/Heineken”. Pedro Nolla, Marco Rodríguez y Juan Perdomo

El trabajo culinario del Restaurante El Risco, va más allá del sencillo pescadito a la espalda con papas arrugadas y los mojos, siendo fundamental en su cocina el tratamiento de los pescados y mariscos frescos procedentes de la costa Lanzaroteña y de La Graciosa, su especialidad, para derivar en unos platos con gracia donde se extrae al máximo el sabor del Atlántico. La línea moderna de su cocina, se aprecia preferentemente en su selección de entrantes. Destacan el tartar de aguacate y langostinos, el de atún, el crujiente de morena y los taquitos de atún envueltos en piña. Hay marisco de la costa lanzaroteña, lapas y gambas del vecino pueblo de La Santa. La agradecida ración de pulpo al grill, acompañada de aceite de pimentón y crema de cilantro. La incorporación en la carta de las laboriosas albóndigas de cabrito, suponen un acertado contrapunto cárnico de los fogones tradicionales.

El restaurante fue diseñado por César Manrique. Fiel a su estilo, condensó las principales características de la arquitectura lanzaroteña al doble salón interior del enclave. El blanco impoluto encaja con los tonos de suave azul de los ventanales y portones. En sus paredes, de austera sencillez, se muestra una obra pictórica, de nuestro entrañable artista, quien allá por el año 1986, estampó sus colores y originalidad en un mural dedicado a los pescadores que a diario subían “el Risco de Famara”, procedentes de La Graciosa, con la finalidad de vender su pescado.

Equipo activo en la promoción turística de la gastronomía local, formando parte del colectivo “Lanzarote Cocina” y participando en programas de emisión nacional, como el presentado por Ana Duato, en la TVE1, “Un País Para Comérselo”.