«Debemos tratar esta crisis pensando en los demás, porque cada gesto individual puede salvar vidas”, ha manifestado Oswaldo Betancort
Ante el alarmante incremento de casos de coronavirus registrados en la isla y tras la actualización de las medidas de prevención establecidas para hacer frente a la crisis y el consiguiente establecimiento del nivel 2 de alerta en Lanzarote, el alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, ha mantenido una reunión de urgencia con el responsable de la Policía Local, Miguel Ángel Jiménez, y el jefe de Policía, Francisco Díaz.
El Ayuntamiento de Teguise emitió en el día de ayer un decreto por el que desde el consistorio, y basándose en esta tendencia al alza de contagios, se ha procedido al cierre temporal de las instalaciones de concurrencia pública, así como de todas las actividades de ocio, culturales, deportivas y de mayores organizadas por el Ayuntamiento. No obstante, y a tenor de que estos datos negativos continuarán en ascenso, Teguise ha decidido volver a reforzar la presencia policial, multiplicando los controles para vigilar que se cumplan las nuevas normas antiCovid.
Según el balance de informes sancionadores que ha realizado la jefatura de Policía de Teguise, desde que comenzó la pandemia son más de 390 las sanciones que han interpuesto los agentes de la Policía Local de Teguise en coordinación con la Guardia Civil de Lanzarote, especialmente, en las últimas semanas, en las que han aumentado los expedientes incoados (46 desde el 1 de enero) por rebasar el número de personas que se permite en una reunión, en su mayoría, y por no respetar el toque de queda, la distancia de seguridad y el uso de mascarillas o por el incumplimiento del horario de cierre de lugares de ocio y restauración.
Cabe recordar que la Policía Local de Teguise estableció en diciembre un dispositivo especial de seguridad en el municipio y en La Graciosa de cara a las celebraciones navideñas y vigilar así que se cumplieran las medidas sanitarias y el toque de queda en Nochebuena, Año Nuevo y Reyes.
“Reconocemos el sacrificio de todas las empresas que han hecho un verdadero esfuerzo por adoptar las medidas necesarias para asegurar la salud de sus empleados y mantener su actividad, así como las personas que han respetado al máximo las recomendaciones en el ámbito más familiar”, ha considerado Oswaldo Betancort, “pero también entendemos que ante estas circunstancias tan excepcionales, instituciones públicas y sociales se han visto obligadas a modificar su forma habitual de proceder y relacionarse, y por ello, debemos tratar esta crisis pensando en los demás, porque cada gesto individual puede salvar vidas”.