El escultor y autor de las obras, Rigoberto Camacho, realiza tareas de mejora y conservación en las esculturas
Teguise sigue en la senda de la recuperación y conservación de su patrimonio municipal, esta vez gracias a las tareas de mantenimiento que el propio escultor Rigoberto Camacho realiza en sus obras, ya que tras años de exposición a las inclemencias del tiempo reclamaban una puesta a punto.
El conjunto artístico se compone por cinco obras que homenajean a diferentes manifestaciones culturales o sectores del municipio como son las de los Diabletes y Rancho de Pascuas, que están instaladas en La Villa; la de la Lucha Canaria en Tao; Pelotamano en Soo, o el reconocimiento a las matronas en la plaza de Tahiche.
“Tenemos el compromiso con todos nuestros vecinos y generaciones futuras de conservar nuestro legado material e inmaterial y darle el valor que merece”, apuntó el alcalde, Oswaldo Betancort, durante su encuentro con Rigoberto Camacho y la concejal del área de Patrimonio, Sara Bermúdez.
“El trabajo consiste en la mejora de las capas superiores de las esculturas que como cualquier otro elemento del mobiliario público necesita cada cierto tiempo un mantenimiento, y en esta ocasión, el escultor ha sustituido algunos elementos, como las esquirlas que cuelgan de la vestimenta típica del diablete, por metales más durareros”, ha explicado la concejal Sara Bermúdez.
Además, el equipo de Gobierno de Teguise continuará con la ampliación de su museo al aire libre con la instalación de una escultura en La Graciosa, después de que se aprobara una declaración institucional en el pleno municipal con el fin homenajear a todas las gracioseras y su enorme tarea de intercambio de productos con la isla de Lanzarote recorriendo el “Camino de Las Gracioseras”, en el Risco de Famara.