En Teguise estamos reconstruyendo juntos la Navidad, reconstruyendo juntos la ilusión y los sueños que nos quedan por cumplir…

Sabemos que los últimos acontecimientos que nos ha tocado vivir, tanto a nivel mundial en el caso de la cruel pandemia, como el del devastador fenómeno natural del volcán de La Palma, han originado y siguen originando mucho sufrimiento entre nuestras familias canarias.

Sin duda, una época muy delicada en la que han cambiado nuestras prioridades y en las que hemos tenido que crecer ante unas dificultades que, considero de todo corazón, están destinadas a motivarnos y no a desalentarnos.

Ha sido un orgullo comprobar cómo desde Teguise, desde La Graciosa y Lanzarote, pero también desde el resto de nuestro archipiélago y, especialmente, desde nuestra querida isla de La Palma, el pueblo canario ha demostrado un gran espíritu humano, una conciencia colectiva y un don de la solidaridad dignos de admirar.

Estoy más orgulloso aún de comprobar algo en lo que nunca he dejado de creer: en las personas que han hecho y hacen de Teguise un pueblo con solera. Nuestro Rancho de Pascua, nuestros Diabletes, nuestro grupo de teatro, nuestra banda de música, nuestras agrupaciones folclóricas, nuestro cronista oficial y, por supuesto, nuestros mayores, niñas, niños y jóvenes Todos ellos, baluartes de un carácter tradicional que mantiene vivos nuestros usos y costumbres, los que nos definen como pueblo y nos hace únicos.

Mil gracias a todas y a todos ellos por invitarnos a seguir reconstruyendo la Navidad y el futuro en Teguise y en La Graciosa, desde donde le deseamos a Lanzarote y a toda Canarias un mejor final para este año que despedimos y mucha entereza y entusiasmo para afrontar los nuevos retos y avatares del año nuevo.

¡Feliz Navidad!