Rafaela Martín, con 86 años, es la socia más longeva de la Asociación de Mayores “Santa Ana de Tahiche”
El Ayuntamiento de Teguise ha querido rendir homenaje a una de sus mayores, en un acto en el que se recordó la trayectoria de Rafaela Martín Lemes, que nació en la Vega de San José, en la Villa, el 5 de noviembre de 1931, en el seno de una familia humilde. Hija de Francisco Martín y María Lemes, se dedicaban a las labores propias del campo y a cuidar del ganado que tenían. Vivían en un cortijo, pero su padre compró una casita en las divisas, por debajo del Cementerio Viejo de la Villa.
Rafaela es la quinta de ocho hermanos, hoy en día quedan solamente dos. A ratos iba a la escuela, sabe leer y escribir, pero desde muy pequeña tuvo que incorporarse a trabajar con sus padres y hermanos en las faenas del campo y a pastorear las cabras, para sacar a la familia adelante. Con 14 años se fue a Arrecife a trabajar como interna, como hacían casi todas las jóvenes de esa época, para ganarse unos dineros y ayudar a la familia, después de 8 años, volvió a la Villa.
A los 20 años conoció al amor de su vida, a Miguel Valdivia Robayna, un muchacho de Tahiche que conoció en las fiestas de San Ginés y con el que estuvo 6 años de noviazgo. A los 26 años contrajeron matrimonio en la Iglesia de La Villa Nuestra Señora de Guadalupe, y se trasladaron a vivir a la casa que tenía Miguel en Tahiche, en la zona llamada La Caracola. Allí nacieron sus 8 hijos: Miguel, María Dolores, María del Mar, Carmen Delia, Emma Rosa, Rafael, Marta Elena y Agustín. Su marido estuvo trabajando 34 años en las salinas de la Disa en Las Caletas, mientras Rafaela se dedicaba a su casa, a sus hijos, a las labores propias del campo y también hacía rosetas, y de esta manera contribuía a la economía doméstica.
Viuda desde hace 26 años, Rafaela siguió y sigue luchando ella sola por sacar a su gran familia adelante, por darle un mejor futuro que ella no tuvo. Siempre ha sido una mujer muy participativa, en talleres como el de aquagym, en excursiones, en viajes, etc. Rafaela pertenece a la Asociación de Mayores “Santa Ana de Tahiche”, siendo el socio más longevo y se caracteriza por ser una mujer muy alegre, con mirada dulce y siempre con una sonrisa en la boca. Ahora, a sus 86 años, disfruta de una vida más pausada, más tranquila, disfruta de las alegrías y las risas de los suyos, de sus hijos, de sus 18 nietos y 9 biznietos.